domingo, 22 de enero de 2017

Peenemünde-III - Ravensbruck en el camino

Buenas noches a todos.

Esta entrada es continuación de: Peenemunde-II-como-llegar-Berlin y de
Peenemunde-la-ex-base-secreta, por lo que os recomiendo que las leáis para ambientaros, si es que no la habéis leído ya. En cualquier caso, bienvenidos a este viaje a uno de los mitos de la II Guerra Mundial.
En la anterior entrada nos habíamos quedado en Berlín, aprovechando para conocerla un poco más durante unos días.

Pasados estos, nos alquilamos un coche (Un golf, claro. Estábamos en Alemania) para tomar, desde Oranienburg, la ruta 96, ilusionados por ver los parques naturales y los lagos. Al final, en este caso conseguimos bien poco, puesto que al contrario de la mayoría de lagos que hemos visitado por Europa, en estos las vistas de su totalidad estaban tapadas por espesos bosques, y las escasas entradas hasta el agua eran privadas. Si conseguías a través de alguna acceder hasta la orilla, sólo veías unos pocos cañaverales y una ligera lengua de agua. Además, el día estaba nublándose y el mortecino sol se filtraba intermitentemente entre las copas de los altísimos árboles, produciendo un efecto hipnótico muy molesto para conducir.

De esta manera llegamos hasta Ravensbruck, lugar donde hubo un campo de concentración para mujeres y niños, y entre otras lindezas una fábrica de la Siemens con mano de obra esclava.

La visita de estos campos de concentración es siempre impresionante. En aquellos lugares en los que tanta gente ha sufrido tanto, y a pesar del tiempo, existe una especie de vibración negativa que produce pesadumbre y tristeza. Y en estos casos me parece preocupante el hecho de que haya tanta gente que banalice sufrimientos y guerras y adopte y defienda ideologías salvajes solamente a partir de la información de cómics y videojuegos. Hace falta informarse de fuentes serias y visitar estos lugares y los campos de batalla para empezar a comprender, aún muy aproximadamente, el nivel del drama que tantos millones de personas vivieron y aún viven.

A esta impresión colaboró el hecho de que estábamos totalmente sólos, en un día gris con mucha niebla. Os puedo asegurar que un campo de concentración (lo poco que queda de este) visto en estas condiciones impresiona.

Aquí tenéis más información sobre este campo: Google Ravensbruck

A la entrada nos encontramos un SU100, un cazacarros ruso dejado allí en forma de monumento conmemorativo de la "liberación" de Ravensbruck por las tropas soviéticas. Los que hayáis tenido la suerte de poder recorrer Europa habréis visto numerosos monumentos constituidos por tanques, como este o como los T34, y en la zona aliada principalmente por Shermans. Se nota que produjeron tantos que al final de la guerra les sobraban y debía resultar barato hacer monumentos conmemorativos con ellos.

Aquí tenéis la ubicación en Maps de este monumento:
Su100 Ravensbruck-maps

Unas cuantas fotos, para adictos:
Imágenes del Su100 Ravesnbruck

Y unos cuantos vídeos del cacharrito:
Su100 en Youtube

Bien, considero que ya hay bastante información sobre esta etapa. En la próxima entrada llegaremos ya a la fábrica de la venganza. Espero que os haya parecido interesante este blog y lo compartáis millones de veces.

Un cordial saludo y a promover el conocimiento de la Historia para que no se repitan estas salvajadas.